Qué mejor día que hoy para recordar al infame asesino de adolescentes calenturientos y consejeros de campamento marihuanos, que operaba en los alrededores del Crysal Lake. En los ochentas, Jason llegó para aterrorizar a toda una generación con un tipo de cinta que apenas comenzaba: el slasher, terror aderezado con sexo, sangre y miembros cercenados en muertes espantosas de las que el director nos regalaba sendos close-ups.
Jason mata impulsivamente y sin sentido, uno tras otro, nada más por que sí, porque sus víctimas están en el momento y en el lugar equivocados. Es una víctima de su madre fanática religiosa, que afirma que su pequeño Jason se ahogó porque los adolescentes del campamento estaba demasiado ocupados teniendo sexo, y Jason, cubierto por su máscara de Hockey y armado con un machete, los castiga por lujuriosos, borrachos y pachecos.
Hoy ten cuidado, no vayas con tu pareja a lo oscurito en el bosque, no te alejes de tu grupo de amigos, prende la luz al entrar a tu casa, no vayas por cerveza al sótano, mejor quédate guardado y recétate un maratón de Viernes 13, aquí te decimos cuáles son las mejores y las peores de esta muy extensa franquicia.