Uno de los mejores ejemplos de cuando un estudio pretende recaudar dinero haciendo el mínimo esfuerzo. En esta cinta del 2001, Jason viaja al espacio en calidad de bulto congelado, que por un accidente es descongelado, y el malvado asesino despierta en el futuro.
La trama es verdaderamente de terror, pero por lo ridícula. ¿A quién y para qué se le ocurrió cargar con un asesino en serie ochentero? Lo pero no son las actuaciones sosas de los participantes, ni siquiera los efectos especiales chafas, sino un intenso robot sexual que es de lo más aburrido.