Muchas veces a uno se le olvida que una película, y más una que llega a estar nominada como Mejor película en el Oscar, es el resultado de muchos años de trabajo... y de vida. Porque olvídense del guion, la preproducción, el rodaje y la edición; de los festivales, la distribución, la exhibición y todos los pasos que les contamos que una película debe seguir para llegar a los premios de la Academia. Antes de eso, un autor -en este caso el director de la película- tiene que haber sido tocado por las musas para que surja una idea que eventualmente se plasme en la pantalla -como en el caso de Roma y Alfonso Cuarón- o bien, desentrañar cómo convertir una historia que sólo existe en un texto, en una aventura cinematográfica, para lo que su mente -de manera consciente e inconsciente- recurrirá a todas las referencias que posea, tanto de experiencias propias como de otras películas, fotografías, pinturas, música y demás expresiones de arte, para construir su propia obra. ¿De dónde surgió la inspiración para realizar estas cuatro cintas nominadas? Sus directores responden...
Todo empieza por una chispa de creatividad, ya sea propia o ajena...