Uno de los elementos que más destacan en La favorita es la cinematografía y con ella, la visión tan particular que Yorgos Lanthimos nos regala sobre la vida en la corte inglesa del siglo XVIII. El director contó a The Hollywood Reporter que para inspirarse, tanto él como su equipo, vieron películas que retrataban la misma época y que habían elegido arriesgarse, visual y narrativamente, como Amadeus de Milos Forman (1984), The Madness of King George de Nicholas Hytner (1994) y Gritos y susurros de Ingmar Bergman (1972).
También revisaron otras cintas de esttilo contemporáneo para inspirarse en la fotografía y los movimientos de cámara: Posesión de Andrzej Zulawski (1981); Cremator de Juraj Herz (1969) y Naranja mecánica de Stanley Kubrick (1971), entre otras, porque lo que Lanthimos buscaba era salirse por completo del tratamiento visual acostumbrado en las películas de época. Esta visión del director permeó a otros aspectos de la película, como el guion, que se adaptó para tener un lenguaje más moderno, y el vestuario, que utilizó texturas que no pertenecían a la época, como la piel y la mezclilla, aunque mantuvo las formas del siglo XVIII. Por supuesto, bajo la misma óptica, Lanthimos se decidió por utilizar lentes gran angular en ciertas tomas, que yuxtapuso con extreme close-ups y mezcló con movimientos rápidos de cámara, para crear un ambiente que, además de claustrofóbico, pareciera irreal.