No gritan, no aúllan ni se transforman, vaya, ni siquiera se despeinan ni se arrugan el vestido. Por lo general no pasan de pararse en un pasillo, agarraditas de la mano. A lo mucho llegan a preguntarle al pequeño Danny que si quiere jugar… a los hachazos... para siempre.
Este par de gemelas del averno fueron interpretadas por Lisa y Louise Burns, y sin duda son de los fantasmas más icónicos del cine. De lo que más se han quejado a lo largo de los años es de los vestidos, porque eran de un poliéster muy corriente que les daba comezón. Para colmo, Milena Canonero, la diseñadora de vestuario, nunca pudo conseguir otro par, así que fue lo único que usaron durante toda la filmación y la escena de su asesinato tuvo que ser dejada para el final.