En 1993 todos salimos horrorizados del cine ante la transformación al mal de Mi pobre angelito. Ni el mismísimo Sauron hizo sufrir tanto a Frodo, como Macaulay Culkin a Elijah Wood en El ángel malvado. Inspirada en La mala semilla de 1956, la cinta nos dio escalofríos principalmente porque la maldad de este niño es mucho más factible que la del resto.
En la vida real, Macaulay se portó muy bien y dio una actuación tan convincente que seguimos preguntándonos cómo es que no hizo más con su vida. El que se comportó como egendro del averno fue su padre, quien primero exigió que el papel se lo dieran a su hijo so pena de que el chamaco no protagonizaría Mi pobre angelito 2, y después corriendo al director original, Michael Lehmann.