La segunda temporada de Élite ya vio la luz y se encuentra disponible en Netflix para que todos los fans vuelvan a entrar al polémico mundo de Las Encinas, el prestigioso colegio de Madrid donde las familias más ricas de la ciudad pueden inscribir a sus hijos para formar a los próximos líderes del futuro. La serie es una de las más exitosas no sólo del servicio de streaming, sino de la Madre Patria, peleándose los primeros lugares con Las chicas del cable y La casa de papel.
El éxito de Élite obedece a una demanda del mercado en cuanto al subgénero teen, el cual realmente se encontraba vacío, particularmente en los productos de habla hispana, gracias a sus showrunners: Darío Madrona y Carlos Montero, lograron focalizar lo que el público quería ver y lo entregaron con creces, ya que la serie va por su tercera temporada.
Si bien 13 Reasons Why sigue siendo un inexplicable éxito y Euphoria ha vuelto loco a los amantes de las series por su calidad y estilo, Élite se inclina más al estilo de Riverdale, o a El internado, es decir, es una serie de fórmula, en la cual un misterio es la premisa de cada temporada y durante sus ocho episodios se revelan las pistas e instantáneamente el espectador le entra al juego y va armando el rompecabezas.
No pretende nada más y en eso radica su encanto. ¿Quiere escandalizar? Quizá, pero no tiene empacho en tocar temas como el VIH, el tráfico de drogas, el incesto o el poliamor. La serie no es un panfleto que sirva como mensaje contundente para que la juventud abra los ojos, si en el inter lo logra, bienvenido sea. Pero es entretenimiento y su segunda temporada es otro gran acierto dentro de este mismo contexto. Por ello, echemos un vistazo a la evolución de sus personajes principales.