El egoísmo de Guzmán (Miguel Bernardeau) no lo dejaba ver más allá de su nariz. Su relación con Lucrecia (Danna Paola) se encontraba desgastada, aun así, se tuvo que agarrar de ella para salir a flote después de la muerte de su hermana, Marina. La temporada pasada le confesó a Nadia (Mina El Hammani) que se estaba enamorado de ella, por lo que esta vez enfrenta sus sentimientos, sabiendo que su amor está prohibido debido a la religión de ella. Por otro lado, su repudio a Samuel y su intuición de que el verdadero asesino sigue libre, lo lleva a cometer más de un disparate.
Nadia, por su parte, se encuentra en uno de los momentos más ensordecedores de la adolescencia. Antes de Las Encinas no conocía el mundo y estos millonarios insoportables la han confrontado constantemente. Su atracción hacia Guzmán y su eterna rivalidad con Lucrecia, aumentan a la novena potencia esta nueva temporada. Los pasos que Nadia da la harán hacer cosas para crecer como ser humano, pero tendrá que tomar una difícil decisión entre lo que quiere ella y su familia.