Si algo ha caracterizado a Nano (Jaime Lorente) desde la temporada previa, es que no piensa las cosas y los impulsos le ganan. Su amor por Marina (María Pedraza) lo llevó a la cárcel y sinceramente no le quedan muchas herramientas de las cuales pueda ayudarse para salir del hoyo en el que otro lo metió. Su relación con su hermano Samuel (Itzan Escamilla) sigue frágil, por lo que tendrá que cuidar cada movimiento sino quiere perder lo poco que le queda.
Las mentiras los unen. Las mentiras los destruyen.