Ramón Campos y Teresa Fernández-Valdés se pueden considerar “el rey y la reina midas” de la televisión española. En la última década, cada uno de sus proyectos se han convertido en éxitos inusitados que han dado la vuelta al mundo. Se han hecho remakes y han traspasado la línea de las cadenas de televisión local a las plataformas digitales. Series como Gran hotel, Velvet, Velvet colección, Fariña o Gran reserva, son considerados ahora clásicos de la televisión. Netflix ha sido una carta a su favor, ya que gracias a ello siguen llegando a más lugares.
Las chicas del cable fue la primera serie española que Netflix se arriesgó a producir de las manos de estos dos genios de la televisión; ambos supieron combinar ese melodrama que tanto conocemos por nuestra cultura mexicana, pero en un formato de serie que volvió adictos a cada uno de los espectadores. La producción fue un éxito y derivó apuestas televisivas cada vez más ostentosas y arriesgadas en la madre patria por parte de la plataforma. Ahora, en la cuarta temporada las telefonistas se encuentran envueltas de nuevo en intrigas, misterios, pero con el discurso firme y oportuno de exigir cada vez más derechos para las mujeres de la época.
Cierto es que los anacronismos y la exageración siguen ahí; la música actual y vestuarios no tan propios de 1931 girando alrededor de un triángulo amoroso que sigue sin vislumbrar cuál será su final, ya que la protagonista está indecisa y no sabemos con certeza qué sucederá. Muchas cosas han cambiado para los protagonistas y su cuarta temporada tornará las cosas más interesantes para una posible quinta (¿y final?). Aún no ha sido confirmada, pero definitivamente sucederá. Por ello aquí te compartimos la evolución de las protagonistas a lo largo de los episodios.