La serie sobre una mujer cínica, un tanto depresiva, rebelde, imprudente, sarcástica e irreverente, eso y más es 'Fleabag'. Creada por Phoebe Waller-Bridge y basada en un monólogo de teatro de 10 minutos, se ha convertido en todo un éxito en el Reino Unido. Las razones pueden ser muchas, una de ellas la sinceridad con la que Phoebe aborda a todos los personajes que se presentan en la serie: son personas normales... y muy jodidas, que no viven la vida en blanco y negro, sino en una escala de grises.
El público se ha identificado tanto con esta mujer, que las redes sociales, los medios impresos y digitales no se han medido en elogios para la serie desde su primera temporada. Sin embargo, en su recién estrenada - y muy esperada - continuación, la gente se ha enamorado de un personaje en concreto: el Padre, un personaje religioso que escribió Phoebe Waller-Bridge luego de una charla con Andrew Scott, quien, eventualmente, terminaría personificándolo.
A continuación, y sin spoilers, enlistamos las razones por las que 'Fleabag' nos ha demostrado que sí puedes caer perdidamente enamorado de un sacerdote.