No es mentira que Fleabag puede llegar a ser la persona más cínica, imprudente, depresiva, autodestructiva y rebelde cuando se lo propone -y no digo esto a manera de crítica, todas hemos sido Fleabag más de una vez. Sin importar qué tan complicada sea la mente de la protagonista de la serie, el Padre nunca juzga las acciones, pensamientos o el pasado de Fleabag.
Por extraño que parezca, la segunda temporada de esta serie británica nos tiene a todos suspirando por un hombre de Dios.