La casa mencionada anteriormente le pertenece a un señor que en verdad cree que está embrujada, y aunque la producción pensaba que esto era mentira, muchos sí terminaron por sentir la presencia de fantasmas o entes paranormales, y hasta el director Michael Chaves, quien portaba el estandarte del escepticismo, también percibió cosas que te erizan la piel: “El dueño creía que había algo ahí y al final del rodaje prácticamente todo el equipo estaba convencido de ello. Hubo algunos incidentes raros: la gente escuchaba susurros o cosas moviéndose. Aunque fui el primero en decir que no podía ser real, también fui el primero en pensar: ‘¡Creo que hay algo ahí adentro!’”
Pero un día que parecía de normal, en verdad sintieron la presencia de algo escalofriante en forma de una ráfaga helada que a todos espantó y silenció. Con esa experiencia terminaron creyendo que la casa donde grababan en verdad estaba embrujada, y quién no lo prensaría:
Estábamos filmando en la cocina y el calor era sofocante. De repente, sentimos una corriente fría que invadió la casa. No fue una brisa cualquiera, fue una ráfaga helada. A todos nos dio pavor. Había un silencio sepulcral. Entonces, un amigo me dijo: ‘No estamos solos’. Así que quizás sí estaba embrujada...