
Gary Dauberman – productor de ‘La maldición de La Llorona – comentó lo aterradora y viva que se sentía la casa de Anna Tate-Garcia (Linda Cardellini) y sus hijos, y es que a pesar de que las locaciones fueron variadas, las vibras dentro de la casa eran para dar miedo, según él: “Michael Burgess – cinematógrafo – recrea una imagen hermosa y Melanie Jones – diseñadora de producción – y su equipo le presentan el lienzo perfecto para asustarte con lo que no puedes ver. Cuando entras al set, sientes que estás en la casa de alguien más. Pero cuando la luz se apaga, te preguntas qué puede estar acechándote en cada oscuro rincón, esperando a sorprenderte…
La casa necesitaba contar la historia, y lograron hacerlo. Se sentía viva, real, segura… pero, además, aterradora.