Las películas de terror prosperan con su aura de peligro, y ya sea que estés en un cine a oscuras rodeado de extraños viendo Mal de ojo, de Isaac Ezban, o en la soledad de la sala de tu casa con las luces apagadas revisitando La bruja de Robert Eggers, la experiencia puede aumentar con la mera sugerencia de que algo podría manifestarse en ese momento.
Algunas películas de terror, como Holocausto caníbal y REC) han recurrido al found footage para engañar a las audiencias y hacerles creer que los eventos narrados son auténticos. También está el caso de aquellas películas que, acompañadas de leyendas urbanas, se ganaron una reputación siniestra debido a los eventos desafortunados y trágicos que supuestamente se les atribuían.
‘Poltergeist: juegos diabólicos’
Metro Goldwyn Mayer (MGM)
Poltergeist: juegos diabólicos, dirigida por Tobe Hooper a partir de un guión de Steven Spielberg, culmina con una escena que muestra a la madre (JoBeth Williams) siendo arrastrada a una piscina rodeados de esqueletos. El rumor que se esparció fue que el equipo de filmación utilizó esqueletos reales luego de profanar tumbas.
Las muertes misteriosas y prematuras de algunos de los actores de la trilogía, incluida la joven Heather O'Rourke (que interpretó a la niña secuestrada Carol Anne), que murió a los 12 años debido a un problema intestinal congénito, dio lugar a la leyenda urbana de que los fantasmas de los esqueléticos “coprotagonistas” involuntarios habían maldecido las películas.
‘El bebé de Rosemary’
William Castle Productions
A El bebé de Rosemary se le atribuye la redefinición del género de terror al alejarlo de las telarañas y los castillos de los viejos relatos góticos y legitimarse como una forma de arte para adultos. Mia Farrow y John Cassavetes protagonizan la historia de una joven futura madre que se muda a un edificio de apartamentos de Nueva York que también alberga una secta satánica.
El productor William Castle creía que las brujas habían maldecido el set. El compositor de la música, Krzysztof Komeda, sufrió una desagradable caída y murió después de estar en coma. El mismo Castle se enfermó y requirió cirugía. Y la esposa del director Roman Polanski, la actriz Sharon Tate, fue víctima de Charles Manson un año después del estreno de la película.
‘La profecía’
Twentieth Century Fox
Justo un mes antes de que comenzara la filmación de La profecía, el hijo del actor principal Gregory Peck se suicidó. Mientras volaba hacia el set, el avión de Peck fue alcanzado por un rayo, y luego el productor ejecutivo Marc Neufeld y el director Richard Donner también sufrieron un accidente. Al filmar una secuencia del zoológico, el joven que interpreta al demoníaco Damien molestó tanto a los babuinos que comenzaron a enloquecer.
Pero quizás el resultado más escalofriante de esta “maldición” fue lo que le sucedió al supervisor de efectos especiales John Richardson. Una de sus grandes secuencias de efectos especiales -que incluso inspiró a Ari Aster en El legado del diablo- fue una decapitación con lámina de vidrio. Mientras trabajaba en su próxima película en los Países Bajos, su asistente sufrió una decapitación en un accidente de auto.
‘El exorcista’
Warner Bros.
Contando la historia de dos sacerdotes que luchan contra una presencia demoníaca que se ha apoderado de una joven Regan MacNeil (Linda Blair), El exorcista de William Friedkin es un clásico indiscutible del género de terror, y ha generado una serie de leyendas alrededor que señalan que la película estaba realmente poseída.
Primero, el escenario de la casa de Chris MacNeil (Ellen Burstyn) donde tiene lugar gran parte de la acción, fue destruido por un incendio. La única habitación que no se vio afectada por las llamas fue la de Regan. Además, casi todos los actores sufrieron lesiones durante el rodaje, y el televangelista Billy Graham incluso afirmó que “hay un poder del mal en esa película”.
‘El proyecto de la bruja de Blair’
Haxan Films
El proyecto de la bruja de Blair es una de las películas de terror independientes más exitosas de todos los tiempos al recurrir a la estrategia del found footage (posteriormente empleada en Actividad paranormal y V/H/S) para hacerle creer a la audiencia que los eventos narrados y las imágenes documentales son reales.
Si bien es cierto que después de su realización, la película no puso en riesgo la vida de sus directores o actores, lo que sí logró fue poner a un pequeño pueblo estadounidense en el centro de atención internacional, ya que muchos fanáticos pensaron que la bruja era real y que Burkittsville, Maryland, era el hogar de una presencia malvada.
