La unidad especial de la policía de Nueva York es la encargada de resolver los casos más complicados de la ciudad en la temporada número 10 de la serie. Por la naturaleza de las situaciones a las que se enfrenta, los detectives de la UVE no siempre logran ver la claridad de los casos y la información casi siempre escasea. La producción recibió numerosos reconocimientos por parte de organizaciones de base comunitarias por los temas sociales que aborda y los miembros del reparto son populares por el trabajo que realizan fuera de la pantalla para promover la salud y la seguridad personal. En esta décima temporada los detectives Benson y Stabler cuentan con una nueva incorporación en el equipo, Kim Greylek, interpretada por la casi novata Michaela McManus.
22 episodios
Transmitida en NBC
Transmitida desde: 23 de septiembre de 2008
Los detectives investigan una pareja acusada de abusar de su hijo adoptivo. Mientras tanto, Stabler no acoge con satisfacción al nuevo fiscal Kim Greylek.
Cuando Eric, un adolescente, confiesa que tiene pensamientos sexuales con su hermanastro, Stabler y Benson no están seguros de cómo actuar, ya que no se ha cometido ningún delito.
Cuando la hija de Elliot, Kathleen, es detenida por colarse en una vivienda y robar un pendiente, el inspector tiene que enfrentarse a los fantasmas de su pasado. Lamentablemente, sus errores ponen en peligro el futuro de su hija.
La Unidad de Víctimas Especiales sospecha que el asesinato de una astronauta europea ha sido obra de un violador en serie. Sin embargo, todo se complica cuando Elliot pide ayuda a un viejo amigo astronauta.
Un bebé con sida lleva a los inspectores Benson y Stabler a investigar a un médico que practica la medicina holística. Sus tratamientos han llevado a varios pacientes a la muerte.
El trabajo de Olivia y Stabler sobre un informe de violación puede no haber servido para nada cuando la víctima se retracta de su testimonio. Ni los inspectores ni sus vecinos, una pareja de ancianos que fue testigo del maltrato, puede evitar que la joven sea asesinada por su marido.
Cuando un pájaro exótico es encontrado muerto en el bolso de una mujer brutalmente asesinada, todas las pruebas conducen a una organización dedicada al contrabando de animales.
Una muchacha reaparece en su domicilio después de ser retenida durante cuatro años y utilizada como esclava sexual. Tras una prueba de ADN, los inspectores Benson y Stabler descubren que la joven es una impostora, pero no dudan de que sea una víctima de explotación sexual.
La doctora que dirige el grupo de terapia de mujeres violadas con trastorno de estrés postraumático al que asiste Olivia solicita su ayuda para encontrar a una marine embarazada que desertó del Ejército.
El caso de una mujer que fue violada y golpeada y no recuerda nada de lo sucedido pone a Benson y Stabler tras la pista de un loco, pero cuando las víctimas se niegan a declarar, Olivia se da cuenta que su pasado está afectando a su rendimiento.
Una chica que desapareció hace cuatro años, cuando tenía 14 años, vuelve a aparecer con una historia sobre el encarcelamiento y la esclavitud sexual. Benson y Stabler dudan de la historia cuando se empiezan a juntar las piezas del rompecabezas.
El cadáver de una adolescente con claros signos de lesiones antiguas es encontrado flotando en el río Hudson.
Una niña es secuestrada cuando estaba a cargo de su canguro. El criminal deja inconscientes a sus víctimas y se hace pasar por policía. Los padres adoptivos acusan al padre biológico del delito, un italiano que acaba de salir de la cárcel.
Olivia y Stabler investigan el caso de un hombre que apareció en un aparcamiento con claros signos de violencia, aunque él no recuerda nada. Los inspectores se enfrentan a una pareja con problemas por la custodia de su hijo, que se ha declarado transgénero.
Un pediatra condenado por abusos sexuales a sus pacientes, cuatro menores, es encontrado asesinado después de que su abogado presentara una demanda contra los inspectores de la Unidad de Víctimas Especiales y el centro médico donde trabajaba.
Un simple asesinato se convierte, de repente, en una escena con tres cadáveres. El caso se complica cuando el autor de los crímenes se suicida mientras Benson y Stabler intentan detenerle. Cuando interrogan a la esposa del fallecido y a su ahijado los agentes se llevan una sorpresa.
La Unidad investiga la brutal agresión a una niña que fue encontrada por un vagabundo en Harlem. La niña, que presenta lesiones de abuso sexual, sobrevive y dibuja a un diablo como el responsable de su agresión.
La muerte de una joven artista se une a la lista de asesinatos investigados por el inspector Víctor Morán, del Departamento de Homicidios. Aunque en un principio existe un conflicto entre los departamentos, Stabler consigue que Morán colabore con la Unidad.
Una mujer acusa a su hija de la desaparición de su nieta, lo que da comienzo a una carrera contra reloj para encontrar al bebé. La investigación se tuerce cuando la recién nacida es encontrada enterrada en un descampado.
Benson y Stabler investigan los malos tratos sufridos por una adolescente de 15 años tras tener un accidente en el instituto.
Los detectives deben interrogar a un asesino en serie convicto sobre el secuestro de su hijo, que tuvo lugar 30 años atrás.
El asesinato de una turista en Central Park pone a la unidad en alerta. Cuando el sospechoso, un limpiador del parque, queda libre a causa de la contaminación de las pruebas por parte de un técnico de laboratorio, Much recurre a su exmujer para prevenir otros asesinatos.