Las hermanas han tomado una de las decisiones más difíciles de sus vidas, pues han renunciado a la magia ya que estaban cansadas de tener que combatir demonios y poner en un riesgo constante a los que aman, así que tras la derrota de Zankou, pareciera que ellas han muerto, pero esto tan sólo es parte de su plan. Aunque la policía cree que sí murieron en la explosión de la casa, el agente Murphy cree que siguen con vida. Lo cierto es que ellas lograron sobrevivir por el hecho de haber derrotado al demonio con su forma astral, así que aunque sus cuerpos como tal desaparecen, ellas logran tomar las identidades de sus primas de la familia paterna, el resto las ve físicamente diferentes a causa de un hechizo, pero su familia sí puede ver que son Phoebe, Piper y Paige en los cuerpos de Jenny Bennet, Julie Bennet y Jo Bennet. De este modo planean vivir una vida más tranquila y aunque en un inicio les parece bien, pronto extrañarán la magia y se deberán volver a actuar tarde o temprano cuando conocen a una joven bruja llamada Billie y también cuando un ángel de la muerte visita a Piper.