Después de pasar otros 6 meses en la cárcel, Ricky y Julia descubren que Sunnyvale es un desastre. Ambos descubren que Bubbles ha comenzado una operación de crecimiento, así que deben asegurarse de que Lahey gane la elección de supervisor sobre Sam Losco, un viejo rival de los muchachos. Randy se une a los chicos en su vida de crimen, pero cuando descubren que él acaba de espiar a Lahey, la operación de droga se pone en peligro.