Liz y Jess llevan siendo mejores amigas por 10 años, pues se conocieron en clases prenatales y a pesar de no tener mucho en común y el hecho de que sus personalidades son completamente opuestas, ambas han logrado desarrollar una amistad especial. De igual forma, desde aquel entonces se unieron a su grupo Mel y Charlotte, por lo que las cuatro se han convertido en mamás casi al mismo tiempo y han ido creciendo a lo largo de los años. Sólo que un suceso reciente cambiará la trayectoria no sólo de su amistad, también de sus vidas, pues provocará consecuencias irremediables. Todo inicia cuando Jess debe llevar a su pequeña hija al hospital por una herida que tiene en la cabeza, debido a la gravedad del asunto asiste directamente con Liz, quien trabaja como doctora en el área de urgencias y ésta al revisar a la hija de su amiga, se alarma y cuestiona cómo le ocurrió algo así. Liz estará dividida entre su deber como doctora y la lealtad a su amiga, pues Jess por más que lo intenta no puede explicar cómo se lesionó su pequeña, lo cual alarma más a la doctora quien tendrá poco tiempo para decidirse si la denuncia o no a los servicios sociales. Una vez que lleva a cabo su decisión, ésta desemboca toda una serie de problemas, prejuicios e inseguridades que Jess tenía muy guardados, la historia explora duras situaciones por las que atraviesan las mamás ya que siempre se espera que sean perfectas y si se ven rebasadas por algún motivo o no pueden ser las mejores las 24 horas y los 365 días del año, entonces son rápidamente señaladas y juzgadas sin perdón alguno. ¿Jess verdaderamente será una mala madre? ¿La amistad entre las cuatro quedará destruida para siempre?