Alejandra Guzmán nació en una familia que se encontraba constantemente bajo los reflectores, pues por un lado su mamá era la actriz más famosa y querida de México, mientras que su padre era un popular músico, por lo que el arte y talento corría por sus venas. Debido a lo importante que era su familia, Alejandra debía seguir ciertas conductas e imagen, pero ella optó por crear su propio rumbo y se dio cuenta que su amor por el rock la podría llevar lejos. Descubrió que su voz era diferente, era buena, ella se encargó de perseguir su sueño de convertirse en cantante a pesar de las negativas de su madre y el poco apoyo que recibía. Alejandra era rebelde y por lo mismo se vio envuelta en varios problemas que la llevaron a atravesar cieros momentos oscuros de su vida que a su vez le mostraron cuál era el rumbo que debía tomar. Esta historia muestra sus inicios, cómo luchó contra viento y marea para poder dedicarse a lo que tanto ama, así como experiencias poco conocidas con su familia y las polémicas en las que se vio envuelta son explicadas a detalle con una mirada que no recae en el amarillismo, simplemente se cuenta todo lo que ocurrió y vivió. Alejandra siempre ha tenido a la música de su lado y por lo mismo desde jóven la ha usado como su escape, arte y lugar seguro que nadie le puede arrebatar.
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