La serie forma parte de la franquicia de Ryan Murphy que incluye la serie Monstruos: Jeffrey Dahmer.
Erik y Lyle Menéndez fueron condenados por el asesinato de sus padres.
Lyle y Erik intentaron ocultar su responsabilidad en el crimen diciendo que los trágicos hechos ocurrieron cuando ellos estaban en el cine, viendo Batman de Tim Burton.
En 1990, Erik le confesó sus crímenes a su psicólogo.