Un detective que creía haberlo perdido todo, pronto se dará cuenta que su vida volverá a sufrir ciertos cambios provocados por la misma persona que lo hizo hundirse en la miseria. Billy Graves solía ser la estrella del Departamento de Policías en Nueva York, incluso pertenecía al exclusivo grupo de policías llamado Wild Geese, donde sólo los mejores, los más diestros, con mayor número de casos resueltos y criminales bajo las rejas, podría entrar. Billy verdaderamente estaba rodeado de éxito hasta que uno de sus casos se complica y no logra llevar ante la justicia al homicida, Jeffrey Bannion. Su vida se viene para abajo, tanto que incluso renuncia a ser detective y ahora lleva 20 años desempeñándose como sargento en el turno de la noche. En este puesto, Billy no tiene que exigirse nada ni probar nada a cambio, tan sólo debe desempeñar bien sus tareas. Aunque extraña la acción, ya no se cree capaz de volver a ser un gran detective, pero esto cambia cuando una noche le es notificada la muerte de un hombre que se encontraba dentro de una estación de trenes del centro de la ciudad, pareciera ser una simple muerte accidental más, pero cuando conoce que la víctima fue Jeffrey, estará dispuesto a llegar al fondo del crímen y lidiar con las consecuencias.