Bernard Tapie fue uno de los hombres más icónicos de Francia, pues nadie esperaba que un chico de los suburbios y de la clase trabajadora llegará a la cima con cero conexiones. Tapie sencillamente fue casi todo, pues este hombre tuvo ciertas profesiones que lo llevaron a estar bajo el reflector y opinión pública, se ganó el corazón de miles de personas y a la vez hizo que terminaran por despreciarlo por la manera en que manejó diversos asuntos del interés de la sociedad. Tapie en su juventud probó suerte con convertirse en cantante y lo logró, pero ya entrado en la década de 1980 decidió convertirse en un empresario que de igual forma esto le abrió aún más las puertas y pudo seguir saboreando el éxito. A simple vista pareciera que Tapie nació con múltiples habilidades, ya que en lo que decidía hacer era seguro que triunfara, pues incluso se volvió ministro con el presidente socialista Francois Mitterrand. Bernard Tapie adquirió un poder impresionante a lo largo de los años, pero ¿cómo este hombre que lo tenía todo de pronto se quedó sin nada y fue a parar a la cárcel? Una leyenda en el mundo de los negocios, arte y política, asemejándose a casi un superhéroe, cayó de la forma más estrepitosa posible.
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