La nueva serie de Netflix producida en Brasil narra la vida de los habitantes de la urbanización Maldivas que da nombre a la producción. Éste es un lugar repleto de misterios e intrigas, pero en el que también abundan las críticas políticas y el humor negro. La historia comienza cuando Liz (Bruna Marquezine) se va de Goiânia para instalarse en Río de Janeiro, para retomar la relación con su madre, quien fallece en un misterioso incendio. Para averiguar qué hay detrás de esta súbita muerte, Liz tendrá que ocultar sus intenciones al detective Denilson (Romani) y adentrarse en un universo de personajes muy peculiares.
Entre ellos figuran Milene (Manu Gavassi), la reina de Malvinas, que lleva una vida aparentemente perfecta junto a su marido, el cirujano plástico Víctor Hugo (Klebber Toledo); Rayssa (Sheron Menezzes), una excantante de axé convertida en empresaria de éxito y casada con Cauã (Samuel Melo), el antiguo cantante de su banda; Kat (Carol Castro), una madre cuyo marido, Gustavo (Guilherme Winter), vive bajo arresto domiciliario, entre muchos más.