El trabajo de Verónica Torres en una comisaría de Sao Paulo es la de tener al tanto los delitos y los datos de la investigación, sin involucrarse directamente en los casos. Inesperadamente todo cambia en la vida de Verónica. Durante sus horas laborales, Verónica es testigo del repentino suicidio de una joven que la impacta y la lleva a pedirle a su superior y padrino, el Inspector en Jefe Carvana, que la deje investigar el caso. Así es como descubre que la víctima, Marta Campos, trabajaba en una oficina de arquitectos y había sido engañada por un hombre que contactó a través de un sitio de citas en internet. El mismo que la drogó y timó económicamente.