En el final de la primera temporada, Ramy descubre que su padre ha tenido una aventura con una mujer casada, por lo que decide viajar a Egipto con la esperanza de lograr conectarse con sus raíces. Sintiéndose asqueado y preocupado por haberse alejado de la persona que desea ser, Ramy llega a una pequeña aldea para reunirse con su abuelo para que lo ayude a comprender como puede retomar el camino. Ahí conoce a Amani, un primo segundo, quien lo ayuda a realizar el viaje espiritual que tanto ha estado buscando. Ahora, deberá hacer un recuentro de todo lo aprendido y lograr implementarlo durante su vida cotidiana, evitando caer de nuevo en los viejos hábitos.