Antes de convertirse en la leyenda de la música Tex-mex, Selena Quintanilla era una joven de ascendencia mexicana con grandes sueños y un talento único. Mientras crecía en Corpus Christi, Texas, aprendió español gracias a la música de que sus padres escuchaban y trabajo arduamente para hacerse un espacio en la industria musical. Junto a sus padres Abraham y Marcella, la joven logró cultivar su talento y gracias al apoyo de sus dos hermanos Suzette y A.B siempre se mantuvo con los pies en la tierra. Por años, los Quintanilla tuvieron que trabajar y hacer grandes sacrificios personales hasta lograr el gran éxito de Selena.