Charlotte se instala en la casa de Lydia Quigley, mientras conspira contra ella. Lydia Quigley es encarcelada. La comunidad intenta superar la pérdida mientras Charlotte se siente terriblemente mal porque no sabe a quién le debe lealtad. La tensión aumenta y las mujeres se unen contra la injusticia cometida por el poder judicial. Mientras tanto, Margaret Wells, para proteger a Lucy del chantaje de Lord Fallon, confiesa que fue ella quien asesinó a Sir George.