En la década de 1950, en el pueblo de Cotswold de Kembleford, el Padre Brown es una figura sumamente importante para toda la localidad. Más allá de sus labores como parroco, él se dedica ayudar a los detectives a resolver toda clase de crímenes ya que es muy bueno investigando así como posee un sentido particular para saber cuando alguien miente, pues por la naturaleza de su trabajo es capaz de ver más allá de alguien. Brown no creía que además de dedicarse a la iglesia podría tener otro empleo, pero todo inició cuando se dio cuenta que uno de los detectives no era tan bueno en su trabajo ya que solía detener a personas inocentes o no seguía las pistas adecuadas. Es por eso que termina uniéndose a él y al resto del equipo, juntos investigan los casos que ocurren dentro y a los alrededores de Cotswold, pues aunque es importante brindar justicia, para Brown también lo es salvar las vidas de los feligreses.