Después del que plan para asesinar a sus esposos no sale como se esperaba; Rebeka, Johanne y Kira han tenido que enfrentar las consecuencias de sus actos. Por un lado, descubren que la empresa que sus esposos operaban está involucrada en negocios turbios, lo que las pone en una posición muy comprometedora, y por el otro tienen que continuar cubriendo sus espaldas para que la policía no descubra que ellas fueron las culpables de la explosión del yate donde viajaban sus parejas. Como si las cosas no pudieran empeorar, un sicario va tras ellas en busca de venganza, lo que podrá sus vidas en un peligro inminente.