En un mundo futurista que se parece mucho al nuestro, los Humanos estresados dependen cada vez más de los "sintetizadores", robots de apariencia humana que actúan como incansables servidores de sus amos de carne y hueso. Lavan la ropa, llevan a los niños a la escuela, preparan cenas, reparten medicamentos, mantienen afinados los marcapasos y lo hacen todo de forma tan eficiente y sin emociones como las máquinas. En la ocupada familia Hawkins, Joe (Tom Goodman-Hill) se ha encargado de comprar a Anita (Gemma Chan) mientras su esposa Laura (Katherine Parkinson) está fuera de la ciudad. Al principio, Anita parece ser la respuesta a las oraciones de la familia. Pero pronto, Laura y Joe se dan cuenta de que la presencia de Anita tiene consecuencias de gran alcance que ninguno de ellos consideró, particularmente en relación con los tres hijos Hawkins. Y la propia Anita está aceptando un hecho incómodo: ella y algunos de sus compañeros sintetizadores están desarrollando sentimientos.