Piper Chapman es una mujer con una vida prometedora, con trabajo estable, un apartamento en Nueva York y a punto de casarse; ella parece tener todo bajo control; sin embargo, es acusada, súbitamente, de un crimen que cometió una década antes. Una antigua novia, Alex Vause, la ha nombrado cómplice de tráfico de drogas y, buscando no ir a juicio y ser sentenciada con mayor rigor, Piper acepta a entrar voluntariamente a prisión de baja seguridad, en Litchfield, cumpliendo una condena menor.