Éloi dirigió por 50 años la compañía discográfica y musical, West Indies Studios, en la cual surgieron las leyendas de la música caribeña. Aunque hoy en día los artistas más jóvenes y de la música urbana son los que aportan mayores ganancias a la empresa, Édith, la hija de Éloi que lo hereda todo tras fallecer su padre, se verá en aprietos cuando descubra que su papá dio empleo permanente a los artistas más veteranos, pues quería asegurarse de que nunca les faltara nada, sólo que ya ninguno vende discos hoy en día, por lo que los músicos urbanos se molestarán por el desequilibrio entre ganancias y la empresa se verá en quiebra.