Wanda, una joven de 17 años, ha desaparecido sin dejar ningún rastro así que sus padres Carlotta y Dedo deciden buscarla por su propia cuenta y con sus recursos, ya que la policía no les brinda ninguna respuesta. Ellos deciden iniciar en su vecindario, así que se hacen pasar por empleados de una compañía eléctrica y de esta forma colocan micrófonos escondidos en las casas de sus vecinos y gracias a esto se dan cuenta que todas las personas que creían conocer no son quien aparentan, pues algunos podrían ser peligrosos.