George Miller perdió interés en el proyecto, luego de que su amigo y productor Byron Kennedy muriera en un accidente de helicóptero mientras exploraba el lugar. Miller solo dirigió las escenas de acción, mientras que George Ogilviemanejó el resto. La película está dedicada a Byron Kennedy.
La tormenta de arena al final de la película es real, azotó al equipo en el desierto, obligándolos a protegerse dentro de los vehículos.