Este cortometraje fue la inspiración principal para el director Terry Gilliam y su cinta 12 monos (1995)
En la versión original, el cortometraje es narrado por Jean Negroni, mientras que, en la versión norteamericana, es narrado por James Kirk.
Incluida entre las 1,001 películas que ver antes de morir, editado por Steven Schneider.