En este conmovedor cortometraje, Elizabeth y Gulistan Mirzaei arrojan luz sobre la vida de los refugiados en el Afganistán actual a través de la historia de Shaista, un joven ambicioso y amoroso, mientras trata de mantener a su nueva familia mientras lucha por cumplir su objetivo de unirse al ejército. Shaista se acaba de casar con Benazir y juntos viven en un campamento para personas desplazadas en Kabul. Todos los días, él lucha por equilibrar sus sueños de ser el primero de su tribu en unirse al ejército con la presión de su padre y su hermano de formar una familia. Un globo de vigilancia siempre presente monitorea el campamento, un recordatorio mundano pero amenazante de las restricciones bajo las que viven sus residentes. Aunque el amor de Shaista por Benazir es palpable, las decisiones que debe tomar para construir una vida con ella tienen profundas consecuencias. Es difícil no enamorarse de Shaista y desear su bienestar en Tres canciones para Benazir.