Pasando gran parte de su adolescencia en un estricto y conservador colegio católico presento un sinnúmero de problemas para la joven Angèle van Laeken. Nacida en 1995, de una familia dedicada al entretenimiento, su padre es el conocido cantante belga Marka y su madre es la actriz Laurence Bibot, desde chica aprendió a tocar el piano y ya soñaba con pisar los escenarios como lo hacía su padre. Admiradora de Ella Fitzgerald, el colegio le ayudo a desarrollar sus habilidades musicales, siendo ello su único refugio para lo que enfrentaba. Su camino empezó, luego de estudiar jazz, como parte de la banda de su padre, pero Angèle quería abrirse camino y solía presentarse, de forma solista, en los cafés de la ciudad de Bruselas, cuya arquitectura y cultura servirían para moldear su estilo, uno que sigue buscando un equilibrio. Con el documental Angèle, dirigido por Sébastien Rensonnet y Brice Vdh, conocemos sobre la carrera de esta actual estrella del pop belga, reflexionando su vida y las experiencias que la han llenado de alegrías, le han sacado lagrimas y le han permitido abrazar su soledad.
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