The Great Chinese Art Heist es una planeada cinta de crimen, dirigida por Jon M. Chu (Locamente millonarios), que narra la historia de una investigación sobre una serie de robos que resultaron mucho más asombrosos de lo que se pensaba en un inicio. Para 1860, en Old Summer Palace, de Beijing, mostraba piezas de enorme historia y tradición para China, consideradas de inmensurable valor, mismas que fueron tomadas por escuadrones de soldados británicos y franceses, quienes nunca volvieron a su territorio original. En el siglo XXI, diversos robos de arte sucedieron en museos alrededor de toda Europa, cuyo botín eran esas antigüedades que pertenecieron a Beijing. Los crímenes daban una impresión internacional negativa para los museos y sus sistemas de seguridad, pero a medida que la investigación iba avanzando, se descubrió que los perpetradores podrían ser grupos de millonarios, capaces de adquirir el mejor equipo para llevar a cabo sus golpes. Lo más sorprendente era que había una sospecha silenciosa: las operaciones podrían originarse desde el mismo gobierno chino.