En la mañana del 13 de noviembre de 2010, miembros del grupo criminal organizado de Los Zetas, arribaron a un rancho para exigirle al dueño, Don Alejo Garza Tamez, que abandonará su propiedad en las siguientes 24 horas para que ellos se apropiaran del mismo. Don Alejo, de 77 años, se negó a hacerlo, por lo que reunió a sus trabajadores para ordenarles que nadie se presentará a trabajar al día siguiente y elaboró una estrategia para enfrentar a los criminales. Su figura, a partir de ese momento, se convirtió en una leyenda, celebrada en literatura, cine y música. En el cortometraje documental El valiente ve la muerte solo una vez, del director Diego Enrique Osorno (El poder de la silla), se nos muestra la historia de Don Alejo, un serio y respetado hombre que hizo lo que las autoridades no, enfrentarse a los criminales sin temor a las amenazas. El valiente ve la muerte solo una vez fue nominada al Premio Ariel 2020.