La cinta está ligeramente inspirada en la infancia del propio director, Richard Linklater y como vivió el alunizaje, en 1968.
Sobre el proyecto, Richard Linklater comentó: “Hace años me di cuenta de que esta era mi película, tanto desde el punto de vista cronológico como de proximidad: yo estaba allí, en tercer grado. Nuestro estilo de animación único permite evocar un mundo desaparecido hace mucho tiempo y la expresión fluida y lúdica de la memoria y la imaginación. Ha sido un viaje creativo y divertido incorporar cosas como gráficos 3D en una filmación de acción en vivo para ayudar a dar vida a esta historia”.