González: Falsos profetas

González es un hombre joven solitario, gris, inexpresivo y rutinario, que pasa desapercibido para la gente que está a su alrededor. Es un anónimo inusual en una gran ciudad donde la indiferencia y la individualidad destacan y se emplean para sobrevivir. Vive en un pequeño apartamento de una construcción multifamiliar, en condiciones deplorables con apenas lo necesario para vivir. Además de estar saturado con deudas bancarias, atrasos en la renta y la incapacidad de enviar dinero a su madre a su ciudad de origen. Cada día, González se pone un gastado traje y sale, muy temprano, a buscar un empleo que pueda ayudarle a salir de sus preocupaciones. Pero cada noche regresa sin empleo, desilusionado y desesperado. Frustrado y sin futuro, un día atiende a una solicitud de una Iglesia, institución que lo contrata para el “call center” de la misma. El trabajo es simple, atender pacientemente las llamadas de potenciales clientes, desesperados por encontrar una solución en sus vidas y hacerles la invitación de unirse a la congregación, asegurando que, de esa forma, Dios resolverá todos sus problemas. Pero González empezara a tener problemas de moralidad, viendo la forma en que la institución se vuelve millonaria a costa del sufrimiento de las personas, justamente como él.