La cinta se empezó a producir desde 2013, en un proceso que incluyo elegir actores, locaciones y terminar el guion. Sobre lo último, el director comenta: “la escritura del guion tomó unos tres años desde su idea hasta las revisiones finales; yo creo que éste es un buen tiempo para poder madurar un guion sólido en estructura y personajes”.
La cinta recibió apoyos de la Fundación de Carolina de España, los Festivales de San Sebastián y de Guadalajara y el Festival de 3 Continentes de Nantes.
Sobre la idea de la cinta, que retrata el machismo en varias partes de Bolivia, Juan Pablo Richter dice: “El 2012 yo era productor de un noticiero para niños y adolescentes y nos tocó cubrir la desaparición de una niña de 14 años en pleno centro de la ciudad de La Paz a las cuatro de la tarde; ese fue el momento en que se me vino a la cabeza la necesidad de escribir algo acerca de los comportamientos tóxicos masculinos y de los entornos violentos hacia las mujeres. Al mismo tiempo, enfrentarme a mi masculinidad, a ese machismo heredado y aprendido que convivía conmigo, identificar esos patrones y trabajar para transformarlos”.