La cinta está basada en un hecho histórico, el ataque terrorista ocurrido el 22 de julio de 2011 en la isla de Utøya, en Noruega.
La película cuenta con un reparto casi desconocido para hacerla más realista.
El filme está basado en entrevistas con los supervivientes e intenta mostrar los sentimientos y dilemas de los jóvenes de Utøya lo más francamente posible. Muestra cómo cuidaron los unos de los otros en una situación en la que era difícil mantener la calma.
Algunos de los supervivientes de Utøya participaron en el rodaje, detrás de la cámara, para contribuir con la credibilidad de la historia y que se recreara el drama tal como pasó.
La película no fue filmada en Utøya sino en la isla vecina.
La cinta está filmada, en apariencia, en una sola toma. El director filmo la totalidad de la secuencia, y del filme, en cinco ocasiones, a lo largo de cinco días. La secuencia filmada que se uso en la cinta fue la del cuarto día.
Se presento en la edición número 68 del Festival Internacional de Cine de Berlín, donde compitió por el León de Oro.