El filme estaba nominado al Oscar a Mejor película de habla no inglesa.
El director danés ahonda en un capítulo poco conocido de la Segunda Guerra Mundial, que ocurrió tras la rendición de Alemania en mayo de 1945. Más de dos mil prisioneros de guerra alemanes, casi todos ellos muy jóvenes, fueron destinados a desactivar las minas que los nazis esparcieron en las playas de la costa oeste de Dinamarca. Más de la mitad murieron o fueron heridos y mutilados.
La película ganó el Premio del Público en el Festival de Gijón.
La película fue rodada en los lugares donde ocurrieron estos hechos históricos, incluyendo localizaciones como Oksbøllejren y Varde.
En 2015 todavía quedaban 9.900 minas alemanes en la costa oeste de Dinamarca, en la zona de Skallingen.