“Disenchanted” no es una mala película, pero el guion recurre a escenarios tan comunes que la trama se vuelve aburrida. Uno de los principales problemas que le encontré a la cinta es que, en los puntos climáticos, la trama recurre a un deux ex machina para remediarlos, ya sean las motivaciones de Maya Rudolph como antagonista que nunca fueron claras, la razón por la que el personaje de Morgan pueda usar la varita al final, la solución del conflicto interno de los personajes, etc. Etc. Haciendo que el mismo desafío de que la película plantea se vuela aburrido al no estructurar una trama interesante.
Algo que agradecí de esta película es que hace un esfuerzo para sentirse de los 2000’s cómo su primera parte, no se sustenta en chistes que directamente usen a tendencias actuales cómo cientos de continuaciones de clásicos, la trama en ese sentido desde mi percepción recurre intencionalmente a clichés de comedias familiares que amamos de inicios de los dos mil para crear un sentimiento nostálgico que agradecí. El diseño de producción me parece hermoso y es para mi lo mejor de la película, al igual que las actuaciones de Amy Adamas y Patrick Dempsey que para mi vuelven entrañables los momentos más sentimentales.
Al final esta película se siente cómo una secuela propositiva que indaga más en una faceta en la que normalmente no estamos acostumbrados a ver a este tipo de personajes. Para mi el guion toca de forma inteligente el tema de la madurez, no solo física, sino centrada en nuestro interior sobre cómo muchas veces no vemos el panorama completo, haciendo que nuestra perspectiva sobre ciertas acciones que podemos llegar a tomar sea de una forma u otra perjudiciales para los que nos rodean. La razón por la que esta película funciona a pesar de su mal ritmo y su sobre expositivo guion es que nunca deja de lado su motor principal; el amor incondicional, y cómo, aunque no todos los días sean un cuento de fantasía, siempre tendremos a los que nos rodean, y para ver en esa faceta más realista a estos personajes fue un cierre perfecto para un arco que no sabíamos que necesitábamos ver. A pesar de cometer errores, solo somos nosotros quienes podemos decidir que tipo de persona seremos para los que nos rodean, no solo familiar mente, sino también en nuestra comunidad.