Buscando tener un plan y una acción a seguir en el hipotético caso de enfrentar una situación similar a la batalla de Doomsday, la directora de la agencia gubernamental A.R.G.U.S. pone en la mesa una propuesta que parece demasiado radical: reclutar a un grupo de despiadados criminales para formar un escuadrón suicida.