Para la realización del documental, de más de cinco horas de duración, Martin Scorsese tuvo acceso a todos los archivos audiovisuales de Columbia/SME Records, Sony Music y el propio Dylan, algo que el músico no había hecho anteriormente.
El título de la cinta viene de un verso de la famosa canción de Dylan, Like a Rolling Stone.
Ganadora del Emmy Award, en la categoría de mejor mezcla de sonido para televisión.