Tres años después del primer cortometraje, regresamos a la vida de Fausto, quien es ahora un anciano empobrecido que vive junto a su madre en Bobbio, mientras se enfrenta a su rutinaria vida como desempleado sin prestaciones, lo que lo ha llevado a sentirse estresado por la inminente venta de su casa. A lo largo de su día, se ve interrumpido cuando una serie de visitas inusuales llegan a él: un párroco del pueblo un poco meloso, un misterioso hombre con una absurda propuesta de negocio basado en fantasmas, y el capitán de los Carabinieri, quien intenta forzar a Fausto a casar a su hija embarazada con un desconocido. Pero su situación termina por complicarse cuando en la noche, una pareja de ladrones irrumpe en su casa con la ayuda de la criada Bárbara. A pesar de la intrusión, Fausto permanece indiferente debido a que ya no queda nada de valor en su hogar, conduciéndolos a tener una profunda conversación entre todos estos personajes mientras aceptar la realidad de sus vidas vacías.