Cualquier fan de Halloween sabe que en la historia de la franquicia creada por John Carpenter hay dos bandos: una mayoría, proyectando sus miedos y fantasías oscuras en Michael Myers (James Jude Courtney), la otra parte, survivors que han visto en Laurie Strode (Jamie Lee Curtis) un símbolo para no sucumbir a la oscuridad. Halloween: La noche final, ahora en complejos de Cinemex y Cinépolis, es la conclusión de ambos ciclos.
La última película de David Gordon Green enfrenta a ambos en una última noche de brujas en Haddonfield, teniendo en medio la presencia de Corey, un trastornado chico que empieza a manifestar la maldad en su personalidad sin la capacidad de contenerse debido a un trauma que lo marcó de por vida. En su camino, Laurie, Michael y Allyson (Andi Matichak) decidirán su destino. Cabe mencionar que esta cinta sigue cuatro años después de Halloween Kills.
"Hablando del impacto de Laurie en la audiencia, representa todas esas cualidades, las mismas que todos ustedes tienen. Ella es el puente. Les enseñó a sostenerla y ella a ustedes. Han cuidado el uno al otro, y la han apoyado pero, la verdad, se ven reflajados. Están tratando sus propias cosas", explicó en entrevista con SensaCine Latam.
Ocurre lo contrario con Michael (Nick Castle), los que somos adeptos a su maldad vemos en su insensibilidad el cause y la representación de toda tragedia y pensamientos turbios que no desembocamos en la vida real. La máscara de The Shape proyecta la ira que guarce en nuestro interior, producto del propio entorno donde la raza humana ha encausado su evolución. Si lo pensamos de esa forma, Laurie es el poder comunitario para subsistir a la tiranía.
"Es maravilloso saber que represento esa figura. No Jamie, sino Laurie, son sus acciones las que imitan. Ese es el legado de la Final Girl", explicó. Y tiene razón, llegó hasta lo más recóndito del infierno y sobrevivió a una de las noches más infernales y longevas en el cine de horror. Halloween Ends culmina el canon de Carpenter, Laurie y Gordon Green.